lunes, 2 de abril de 2012

Abuso de Autoridad

El día de ayer domingo 1 de abril alrededor de las 10:00 p.m. tres amigos y yo tomábamos café en las inmediaciones de la colonia centro en un café llamado Café Gante, ubicado en la esquina de Gante y Francisco I. Madero, cuando nos disponíamos a pagar la cuenta nos percatamos de una fuerte movilización por parte de la  gente que transitaba tranquilamente por la zona ante la presencia intempestiva del cuerpo de granaderos, nos acercamos con la finalidad de poder documentar lo que sucedía ante los ojos atónitos de la gente, y en ese momento los granaderos varones  pretendieron quitarme la cámara en medio de jaloneos y empujones. Acto seguido, los uniformados alegaron que estaban revisando a una persona "presuntamente armada" y respondían que eso no se trataba de un operativo, cuando cuestionamos el por qué se llevaba a cabo sin proteger a la ciudadanía..Cuando la situación se hizo más álgida, los uniformados, soltaron al presunto sospechoso y se dedicaron a impedir el levantamiento de imágenes de los abusos de los que empezábamos a ser sujetos. Ante esta situación el amigo varón que nos acompañaba se interpuso con las manos en alto entre los granaderos y yo con la finalidad de protegerme teniendo como respuesta la agresión por la espalda por parte de los uniformados, así como un buen número de puntapiés para evitar su resistencia. Nos separaron violentamente en tanto otra compañera del Movimiento por la Paz, levantaba vídeo de lo que ahí acontecía exponiéndose a la mismas agresiones que mi compañero y yo estábamos siendo sometidos.
Los perdí de vista, luego de que integrantes del cuerpo femenil de granaderos me inmovilizaran y lanzaran amenazas sobre levantarme al igual que a mi compañero, sí yo continuaba haciendo escándalo por lo sucedido, situación que cesó cuando éstas se percataron que la gente al rededor, gente que seguramente como tú que ahora me lees comenzaba a grabar sin entender el por qué de las agresiones.
Al rededor de 10 minutos más tarde el personal uniformado me soltó y pude entrar en contacto telefónico con mi compañero. Éste me informó que se encontraba a una calle de los hechos en una patrulla en dónde al escuchar que el intentaba levantar una queja telefónicamente al Centro de Atención Telefónica de la Secretaría de Seguridad Pública, le dijo "ya cállate, cuelga te voy a soltar un par de calles adelante". 

Cabe señalar que según el testimonio de mi amigo, en ningún momento se le informó cuál era la razón por la que pretendían consignarlo. Cuando lo encontré el intercambiaba palabras con un par de oficiales, tratando de entender la situación a lo que tuvimos como repuesta: "ustedes se pueden meter en problemas si hacen públicas esas imágenes" y cuando solicitamos su nombre sencillamente sin mayor explicación lo liberaron.

En tanto telefónicamente las otras dos amigas que nos acompañaban intentaron comunicación con amigos con la finalidad de informar lo que estaba sucediendo y nos facilitaran algún tipo de apoyo. 
Por arte de magia los granaderos desaparecieron, pasó una persona a recogernos y a sacarnos de la zona y nos dirigimos a un café para realizar el escrito que nos permitiera dar cuenta de los hechos ante la Fiscalía de Delitos por Parte de Servidores Públicos.
Llegamos a las oficinas ubicadas en Río de la Loza y el lugar se encontraba vacío salvo por tres oficinistas que cuando llegamos nos recibieron el escrito realizado y en un lapso de no más de 10 minutos fue mi amigo quien entró a rendir declaración de los hechos.

En este punto quiero hacer un paréntesis: en ese lapso de tiempo de 10 minutos, mi amigo revisando los carteles pegados en la sala de espera de la Fiscalía, encontró que dentro de sus derechos se encontraba el ser atendido con urgencia médica, legal y psicológicamente: comenzó a tuitear que esa situación NO se estaba dando.
Personalmente creo que la atención nos fue proporcionada, si bien con la urgencia que manifestaba el cartel  teníamos derecho. Por lo que considere hasta cierto punto un exceso lanzar ese mensaje a las redes sociales.
Es como tener la percepción de un vaso medio lleno o un vaso medio vacío.
Esa misma mañana mi amigo había sido agredido físicamente (aunque no con tanta severidad como lo pude ver) al tratar de intervenir e evitar el arresto y agresión a dos menores de edad por parte de patrulleros en las inmediaciones de su domicilio y creo que esto también pudo ser parte de la impaciencia por parte de mi amigo en ser atendido. Con esto no quiero decir que quienes estábamos en la sala de espera, no tuviéramos premura por ser atendidos.
Intentamos tener alguna respuesta de apoyo por parte de las autoridades en sus direcciones de twitter  y tampoco pudieron darnos respuesta alguna hasta el punto en que dejaron de responder a los llamados de ayuda.
*Termino paréntesis.

Al rededor de las 3:00 de la mañana nosotros continuábamos en la Fiscalía y como parte de los procedimientos de la denuncia, era momento de que mi compañero fuera revisado por un médico legista, mismo que según palabras de mi amigos, al no ver daños evidentemente visibles, se negó a realizar la revisión y proporcionó pase médico para ser revisado en el Hospital de Xoco.

Para nosotros era de suma importancia que fuera revisado minuciosamente por un médico, dado que por un accidente en años anteriores mi amigo tiene clavos que ayudaron a la reconstrucción de su rodilla y las molestias y el dolor comenzaban a ser evidentes.

Mi amigo solicitó el apoyo para que fuera trasladado en una ambulancia, misma que tengo entendido fue solicitada por parte de la Fiscalía. 
Dado que mi otra amiga y yo teníamos que laborar en un par de horas, lo dejamos en compañía de su amiga (la misma que levanto las imágenes) que forma parte del Movimiento por la Paz en nuestro país, acordando que estaríamos en contacto constante y solicitándole que ante cualquier situación fuera de lo común nos avisara inmediatamente.
Finalmente mi amigo comenta que llegó la ambulancia, y que ésta tampoco quiso realizar el traslado por no tratarse de una urgencia. Por lo que ambos se dirigieron a sus domicilios.

La mañana de hoy fueron varias las personas que se solidarizaron con nosotros al ver las imágenes del vídeo y comenzó la circulación masiva del mismo por redes sociales.
En el transcurso del día entré en contacto con mi amigo para conocer su estado físico y me comentó que se encontraba mucho mejor, y comenté que había algunas personas interesadas en realizar entrevistas y en tener copia de la denuncia realizada. 
Me dijo que no había ningún problema, que de preferencia éstas se realizaran en la tarde de hoy porque en los días subsecuentes, ya tenía algunos compromisos contraídos. 
Amigos colaboradores de medios independientes se sumaron al llamado de difusión y exigencia de una postura por parte de las autoridades competentes sin que al momento se tuviera respuesta alguna.A quienes de manera personal quiero mostrar mi agradecimiento, así como también a todas aquellas personas que se tomaron el tiempo para preguntar por nuestra situación.

Sinceramente agradezco infinitamente la actuación de mi amigo, lamento que este tipo de escenas empiecen a ser parte de la cotidianidad con la que vivimos en esta ciudad; sin embargo y en honor a la verdad toda vez que reconozco el abuso innegable de las autoridades, también me queda duda hasta dónde llegará esta situación, dado que las desapariciones forzadas se encuentran a la orden del día en este clima de inseguridad e indefensión que vivimos los ciudadanos, y por nada del mundo es mi intensión que el desafortunado evento de la noche de ayer y madrugada de hoy, tenga otro tipo de consecuencias que no sean el esclarecimiento de los hechos que acabo de narrar.

Desafortunadamente como ciudadanos esta visto que es la misma autoridad quien se encarga de no dar cumplimiento a las garantías individuales a las que todos los mexicanos tenemos derecho, ostentando un uniforme y actitudes prepotentes en operativos que sin planeación alguna derivan en abusos de autoridad. 

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