domingo, 26 de mayo de 2013

A Punto de los 34

Después de vivir entre Jalapa y el Distrito Federal prácticamente un mes, las cosas empiezan a tomar un color diferente. Aquello que pensé sería lo más difícil de sobrellevar es lo que menos obstáculos a tenido para fluir, me refiero a la relación con mi hermana. Sin embargo, sigo sin acostumbrarme al clima y a los moscos y en lo que a materia de trabajo se refiere pues como era de esperarse y como generalmente ocurre hay gente a la que le caes bien y trabajas en paz, así como también hay gente que por muchas razones quisieras tener lo más alejada posible.

Semanas atrás tenía la sensación de seguir viviendo en el D.F. aún cuando ya me encontraba en Jalapa, ahora me siento que no soy ni de aquí ni de allá, ahora soy y estoy en donde la vida me coloque. Creo que hasta el momento voy manejando bien la cuestión del desapego.

Las jornadas de trabajo han sido incansables, y poco tiempo tengo para dedicarlo a mi persona y mi vida. A casa de mi hermana prácticamente llego a dormir y a bañarme. Hay pocas oportunidades para conocer la ciudad en la que ahora paso la mayor parte de mi tiempo y también hay pocas oportunidades de leer y escribir. Venir a casa representa para mi esa pausa necesaria para regresar.

Estoy iniciando la cuenta regresiva para cumplir 34 años y me siento verdaderamente agradecida por todo lo vivido a lo largo de este último año de vida. Mi corazón a sanado en muchos aspectos, he reconciliado muchas de las circunstancias de vida que he pasado a lo largo de mi historia, sé cómo se siente sentirse en presencia de mi Poder Superior y haber sido redimida por errores del pasado. Vivo la vida con más aceptación que resignación, hoy tengo claro que cada situación o persona que encuentre en mi camino tiene la misión de enseñarme algo y que de mi depende el camino a elegir, pues desde el principio de mis días esas figuras han sido convocadas por mi misma para trascender en este plano material aquello que en otras vidas dejé pendiente. Mis seres amados tienen salud y calidad de vida. Digamos pues, que estoy transitando el camino de la autodependencia, dependiendo de mi misma y de las decisiones que tome.

En cuestiones del amor las cosas siguen en stand by aunque generalmente siempre hay con quien tomarse un traguito de agua lo mejor será reservar el corazón para esa persona que llegue a mi vida con intensión de no ser sólo una estación en mi camino. 

Al día de hoy los ecos de mi vida son más armoniosos y fluyo con ellos con más gracia y facilidad que en años anteriores. 


De los pocos espacios que he tenido oportunidad de conocer en Jalapa se encuentra el Parque Benito Juárez que en sus alrededores tiene una la escultura de Las Cuatro Virtudes, obra del escultor Enrique Guerra, personaje destacado en las bellas artes en Jalapa y son la Templanza, la Fuerza, la Prudencia y  la Justicia. Cuando la visité y fotografíe las adopté como un recordatorio de aquello que debo fortalecer en esta aventura.

Vamos pues por un Feliz 34 Aniversario de vida. 




sábado, 11 de mayo de 2013

Transmitiendo desde Jalapa

Esta entrada la hago 15 días después de haber llegado a Jalapa Veracruz, por razones de trabajo sabía que existía la posibilidad de tener que cambiar de residencia de manera temporal. 
Lo cierto es que siempre había experimentado cierta resistencia al tema de cambiar de residencia, la primera vez que mi hermana mayor me lo propuso cuando atravesaba por la ultima separación que tuve del Sr. "X", la idea fue descartada en automático, primero porque en mis planes jamás se atravesó la idea de volver a compartir el mismo espacio con mi hermana y segundo porque por ese entonces pensaba que bastante trabajo me había costado hacer mío un espacio y adaptarme a la idea de ser una mujer independiente. En pocas palabras tenía miedo y no es que haya dejado de tenerlo, pero ciertamente después de vivir la experiencia del taller de Thetahealing algunas cosas en mi interior cambiaron, pude experimentar lo más parecido a la libertad y supe que no era un lugar aquello que me hacía experimentar ese sentimiento, pero de alguna manera también sabía que tenía que probarme a mi misma que esa no era una sensación pasajera de esas que se experimentan después de terminar un taller de superación personal.

Cuando mi jefe habló de la posibilidad de venir a Jalapa  hable con mi hermana y le pregunte si era posible llegar a su casa a alojarme en tanto no tuviera conocimiento de la ciudad ni de la posición que ocuparía en la dependencia a la que me integraría. La respuesta fue afirmativa, hable con  mi roomate, con mi madre y luego de unas horas y un par de maletas preparadas de manera atropellada, estaba camino a Jalapa, con todas las dudas, nervios e incertidumbre que implica un cambio tan repentino decidí abrazar el desafío que tenía frente a mi.

Los primeros días en Jalapa fueron sin duda la confirmación de que mi mayor desafío no sería precisamente el estar fuera un espacio propio, a continuación una lista de los desafíos que hasta el momento he logrado identificar que tengo frente a mi: 
1.- Adaptarme a un clima diferente y totalmente cambiante y extremoso.
2.- El intento de convivencia en armonía con mi hermana Laura y una hija de mi papá que vive con ella.
3.- Integrarme a un equipo de trabajo nuevo y a un ambiente laboral enrarecido como consecuencia de la decisión de mi jefe de hacer cambios en la plantilla laboral para que nosotros, su equipo de trabajo nos pudiéramos integrar.
4.- Los moscos y mis ganas incontenibles de rascarme para mitigar la comezón.
5.- Desplazarme en una ciudad con una geografía diferente a la que conozco, el segundo día de regreso a casa de mi hermana me perdí cerca de hora y media con un par de compañeros que se ofrecieron a traerme a casa.
6.- Pasar fechas significativas lejos de casa.

En fin... afortunadamente creo los retos se han hecho evidentes de forma rápida, esto evitará verme sorprendida, pienso que en la medida que los tenga presentes podré manejar las circunstancias de la mejor y más elevada forma.

Seguiremos informando...