jueves, 17 de mayo de 2012

¿Por qué es secreto?

Algunas personas que han pasado por aquí, me han preguntado la razón por la cual he mantenido este blog en secreto y al margen de todo mi círculo social, buscando encontrar la respuesta a ello, he recordado que desde temprana edad ha sido mi necesidad escribir de lo que vivo y lo que siento, de hecho, como muchas personas en mi adolescencia tenía por costumbre escribir un diario en el que sentía que podía escribir sin temor a ser juzgada, calificada o incluso hasta regañada, aún cuando en casa siempre disfrute de la posibilidad de decir lo que pienso, también era cierto que pasaba mucho tiempo sola y como muchas adolescentes el inicio de mi vida sexual estuvo al margen de mi madre, de modo que como a esa edad lo menos confiable era contárselo a una amiga, dicha información fue a dar a mi diario con lujo de detalles. El gusto por escribir un diario, era alimentado de alguna forma con la ilusión de leerlo en mis años de vejez como en muchas películas seguro has tenido oportunidad de ver, se detalla o que tal vez algún día un hijo o un nieto lo leyera (ahora me pregunto ¿cómo para qué?), y ese gusto me duró hasta que mi madre faltando a todo respeto por la privacidad del otro no resistió la tentación de leerlo. Si... leíste bien, mi madre se entero con lujo de detalle entre muchas otras cosas, de mi primera experiencia sexual. Acto seguido, lloró toda una noche en su recámara sin decir una sola palabra y cuando salió de ella, me pidió carearse al puro estilo judicial con mi novio, ex-novio para ese entonces..., lo que sucedió después, creo que lo he suprimido de mi memoria ante lo vergonzoso de la situación, pero vale apuntar que él siguió su vida y yo la mía.

Años después, cuando me fui a vivir en pareja ante la cantidad de problemas que se me estaban presentando en la convivencia de pareja y haber vivido las consecuencias de tener un diario, opté por continuar escribiendo en mi computadora siempre asegurándome de tenerla con su contraseña correspondiente. En ese entonces yo no podía lidiar con el hecho de descubrir parte de la personalidad del Señor X ante determinadas cosas que acostumbraba hacer en su vida de soltero, en ese periodo de tiempo no llevé propiamente un diario, pero sí recuerdo haber escrito muchas cartas que nunca fueron entregadas, mismas que hace un tiempo volví a leer y muchas fueron desechadas.

Años adelante, en la presentación del libro de uno de mis profesores de la universidad, después del evento con unas cervezas de por medio, en el intercambio de las cosas que hacemos en el ámbito profesional, uno de ellos me preguntó si estaba escribiendo algo y aunque no fue cierto, ante la vergüenza de soltar un tácito NO, le dije que si, su siguiente pregunta fue ¿por qué no has compartido nada de lo que escribes? creo que desde que estaba en el aula, mi profesor notó la inseguridad que muchas veces surge en mi para mostrar lo que escribo y ante mi silencio solo pudo encestar una invitación a no seguir siendo una "escritora de clóset".

Ciertamente como podrás darte cuenta, lo que escribo no representa una gran novela ni mucho menos, pero en mi persona surte un efecto liberador y terapéutico, es una especie de catarsis que puedo hacer ante determinadas situaciones, saber que puedo perderme y encontrarme a mi misma durante ese periodo de tiempo que me lleva escribir las entradas de este blog es donde y cuando más encuentro libertad.

Muchas personas escriben y comparten con su circulo social, incluso he leído libros de mis profesores y me encontrado con la sorpresa de no encontrarlos en ellos. Es decir, aún con excelente sintaxis y orden de ideas, escriben pero no se vuelcan sobre la obra, pueden hablar de su visión del mundo pero no de sus sentimientos y lo respeto, pero en mi caso escribir veo necesario hablar de ello, enfrentarme a mis propios demonios internos, vencer batallas y algún día sentir... que se han esfumado. 

Tal vez algún día, pueda mostrar a mi círculo cercano este espacio, tal vez no, tal vez prefiera permanecer así indeterminadamente íntimamente ligada a mi pequeño círculo de lectores a través de compartirme sin miedos, sin tapujos, sin complejos, libre de decir lo que pienso y vivo con la esperanza de saber que en El Eco de una Vida alguien podría refugiarse como lo hago yo, pensar o decidir sobre algo en lo que en esta vida nos a tocado vivir. 


















2 comentarios:

  1. Así como mi primer post. Desde los 9 años llevo un diario, con una intensa necesidad de escribir, dejar fluir mis sentimientos. jajaja también imaginaba que un día mis nietos lo leerían y casi como tu, deje de escribir, porque temía que alguien descubriera mis sentimientos. Luego tuve la necesidad de compartirlos con alguien, para finalmente hacer de mi espacio un lugar donde ahogue mi tristeza y obscuridad. Ahora trato de rescatarlo, escribir sin sangrar las heridas.

    Ahhh que caray con las coincidencias.

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