domingo, 15 de marzo de 2015

INFIDELIDAD EN LA OFICINA... YO SOY LA OTRA

No sé si alguien siquiera haya notado que no he escrito en meses, pero al final de cuentas uno siempre vuelve a donde siente un poquito de libertad de ser. 

Buenos pues si tú que por casualidad me está leyendo tienes problemas con el libre albedrío el agente y un aceto de alta moral sugiero pase al siguiente blog y evite cualquier alteración en su burbuja e cristal porque lo que pienso contar esta por encima de los complejos morales que podrían evitarme estar viviendo lo que vivo y sintiendo lo que siento. 

Una vez hecha la aclaración anterior no hay más que decir que sirvan otra taza de café un cigarro y acomódate para seguir leyendo.

El trabajo sigue como siempre... interminable y complicado hasta cierto punto porque en la empresa refresquera están cortando cabezas al por mayor, afortunadamente en la estructura de nuestro centro de distribución no hay cambios que lamentar.

Tengo un amante, o bueno tal vez debería decir que soy la amante de un compañero que recientemente acaba de tener una hija. En otros momentos de mi vida he tenido relaciones con hombre que son casados y con ninguno he tenido oportunidad de aprender lo que he aprendido  en estos dos últimos meses. 

En muchas revistas hablan de "ser la otra" como una situación que puede llegar a ser bastante dolorosa y es cierto, sin embargo en algún momento a más de una le ha tocado "jugar" ese rol y si bien termina padeciendo la relación también es cierto que se viven momentos de gran placer.

El asunto diría una amiga "vale adres" cuando esperas más de la otra persona, cuando empiezas a batallar con la falta de tiempo que dedican a ti, con las llamadas escandalosas de una esposa que sospecha de la infidelidad de su marido y por consiguiente con el sacadón de onda que ésto le genera a él.

Sin embargo, si logras controlar el hecho de saber que todos los encuentros tienen límite de tiempo, es decir nada de quedarse contigo después de un encuentro sexual, que en cualquier momento tendrás  que chutarte una "melosa" llamada telefónica con la esposa que pregunta ¿a qué hora llegas o por dónde vienes? y que en más de una ocasión tendrás que  aguantar que gente que no sabe lo mal que te hacen sentir sus comentarios de que es viernes de fiar la caricia, y que en las fiestas familiares no puedes estar con él, y que incluso una que otra casquivana compañera se le acerque de más a tu pompi pues no debe haber mayor problema y la relación seguirá sobre ruedas. 

Yo creo que todo mundo sabe lo que tiene en casa, el cuento de la esposa o el esposo engañado no me lo creo, siempre hay señales que te indican que tu pareja está siendo infiel. Llegó tarde, empiezan a surgir de la nada viajes o "compromisos de trabajo" a los que no puede ir la esposa, siempre llega perfectamente peinado y perfumado, hay marcas de maquillaje en la ropa, su whatsapp tiene contraseña y cuando revisas el registro de llamadas aparece gente que no conoces o justo cuando estás a punto de explotar en una escena de celos llega el mensaje de algún compañero o compañera de trabajo que cuadra perfecto su cuartada? Muy probablemente te están poniendo el cuerno.

En este caso la próxima semana nos vamos a Acapulco con los compañeros de trabajo de un día para otro pero sin les esposas, es realmente divertido ver las peripecias que hace un hombre con tal de no levantar sospechas, ya que el compañerito en cuestión se aventó un ingenioso correo en donde se le convoca a una revisión de los cambios estructurales y organizacionales que se generan en la empresa, afortunadamente para complementar el cuadro una compañera de trabajo sabe del affaire y las cosas pueden ir sucediendo a pedir de boca.

Aún no me acostumbro al hecho de saber que no hay reunión con los amigos o familiar a la que me pueda acompañar, me sigue costando trabajo entender que mientras tengo su pene erecto en mi mano conteste con tanta naturalidad el teléfono cuando llama su esposa, y no entiendo muy bien la razón por la cual estando en casa en domingo familiar me llama, y dudo mucho poder hacerlo, sin embargo por ahora es lo que hay y empiezo a tener mi propia idea de la infidelidad en la oficina.