domingo, 19 de febrero de 2012

Redescubriendome


Me reconozco como una mujer en constante proceso constante de autodescrubimiento, hay quien me define como "clavada", observadora, irreverente, "intensa", conservadora y hasta insolente, situación que no me preocupa en lo más mínimo porque en efecto soy una mujer de contrastes, me gusta y me asumo como todo eso y más, aunque dicho sea de paso,con el correr de los años he aprendido a no comprarme todas las etiquetas que me ponen,  pago los costos y gozo de los beneficios que ello me genera, para con el mundo que me rodea, pero sobre todo para conmigo misma.

Crecí en una familia en donde la figura fuerte siempre ha sido la mujer, y paradógicamente el hombre era visto como aquello que una mujer tenía que tener a su lado para sobrevivir en un mundo que mi madre denominaba "de hombres"... Reconozco que pude evitarme algunos sin sabores, si desde un principio yo hubiera entendido que el ser humano no necesita a nadie para tenerse y contenerse a si mismo. Con todo y eso amo a mi madre, y festejo que haya sido ella quien se aventara el boleto de traerme a este espacio de tiempo a donde vengo a trascenderme a mi misma con todo el bagaje que de otras vidas puedo traer (creo en la reencarnación, el darma y el karma).

Clara de los postulados de la Ventana de Johari, en las siguientes lineas tan sólo una aproximación de quien yo creo que soy.

Actualmente, mujer soltera de treinta y tantos, que para tener la oportunidad de hacer aquello que le gusta, trabaja en algo que no le gusta (de modo pues que trabajo para vivir), vive como y con lo que puede y aprovecha cualquier oportunidad para cuestionarse sobre las emociones, sucesos y personas que tocan su vida. Amante de los perros, los pingüinos y  los colibríes. Creo que es obligado decir y anticipar que cuenta con un corazón reconstruido una  mil veces, dado que no aceptará reclamo ni recomendación que venga a manera de juicio, para dejar de sentir y vivir con intensidad. Fumadora (con intensión de dejarlo) gustosa del whisky, el vino tinto y el café matutino. Fanática de la comida de su madre. De pocos, pero increíbles amigos. Si la conoces en persona sabrás que leerá todo aquello que llame su atención y seguirá su rastro hasta formarse un criterio propio del asunto en cuestión. Necia, respondona e impaciente que por momentos la llevan a ser su peor enemiga.  Podría vivir sin televisión pero no sin música. Tiene como compañeros cotidianos una cámara fotográfica y sus audífonos, puedes tener por seguro que aunque tenga muchas fotos de tulipanes si se le atraviesa uno en el camino, no perderá la oportunidad de fotografiarlo. Incipiente en la práctica de meditar, pero siempre pendiente de estar en contacto con su interior.

Como podrás darte cuenta, nada del otro mundo, la ventaja de saber quien y cómo soy me permite saberme más común que corriente, he intentado mediante todos los medios ser  protagonista de mi propia historia, algunas veces lo he logrado y otras no, pero al final, de eso se trata la vida.
De modo pues, que puedes saberte bienvenid@ a ser testig@ de lo que ocurre en mi mundo, mi cabeza y mi corazón, esto es tan solo un ejercicio autoconocimiento por medio de la letra que plasmo, una forma de desmenuzar mi contexto si eso te genera alguna emoción, cualquiera que ésta sea, será ganancia, y si no, recuerdo a usted la libertad que tiene de pasar de largo sin pena ni gloria para la que suscribe no sin antes dejar testimonio de tu visita en cualquiera de los casos.